17 mar 2011

Peligro de infección

El gobierno cubano tiene el control absoluto de los medios de prensa cubanos.

El germen del “Elimidicta”, o sea, eliminación de dictaduras, ataca de manera fulminante e inesperada en los sitios donde todas las libertades y derechos de los ciudadanos yacen sodomizados.

El virus “elimidicta” avanza imponente, seguro e indetenible por el norte de África y nadie debe dudar que a estas alturas el régimen castrista tenga planes secretos para evitar que sus adormecidos ciudadanos despierten infectados con ese sentimiento de libertad.

El germen del “Elimidicta”, o sea, eliminación de dictaduras, ataca de manera fulminante e inesperada en los sitios donde todas las libertades y derechos de los ciudadanos yacen sodomizados por años de dura represión por parte de una elite que mediante el terror de estado mantiene el poder absoluto.

Esos síntomas atemorizan sin lugar a dudas a la cúpula del castrismo. No es para menos, ya lo padecieron los autócratas Zine Abidine Ben Ali y Hosni Mubarak en Túnez y Egipto, respectivamente, quienes salieron catapultados del poder debido a las masivas protestas populares y ahora aparecieron, ya con fuerza, en la estática Libia del siniestro Muammar Gadhafi y preocupan a la Argelia de Abdelaziz Bouteflika.

Lo más probable es que el régimen castrista tenga en alerta a sus tropas especiales antimotines, con todos sus armamentos, y planes alternativos para apresar a blogueros, disidentes y a la madre de los tomates, con el fin de que ninguna de esas personalidades puedan dirigir cualquier tipo de revuelta social que pongan en peligro su cómoda existencia de más de 50 años en el poder.

Ellos saben que el caldo de cultivo de la inconformidad flota en el aire, caracolea por las calles de La Habana, se expande por Santiago de Cuba, vuela por Cienfuegos, Guantánamo, Pinar del Río, en fin por toda Cuba. Y se trata del despido masivo de medio millón de trabajadores y los siguientes cortes de 500 a 800 mil obreros en los próximos tres años, unido a una serie de recortes de subsidios que contiene su plan de reformas para evitar que la “Revolución caiga en un precipicio”, tal y como alertó Raúl Castro.

Este plan de reformas, conocido por el proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido Comunista, no es muy bien mirado por una gran parte de la población que dependió del Estado en más de 50 años y ahora son lanzados a la calle sin más alternativas, ni reales posibilidades en este nuevo futuro que a todas luces no “pertenece por entero al socialismo”, como aseguraba un viejo y decadente lema.

Solo un estado despótico puede aspirar a que la inmensa mayoría de sus ciudadanos sobreviva con la dicotomía de ganar en una moneda y comprar los productos básicos en otra divisa más cara.

De acuerdo a la lista de precios publicada de manera oficial el pasado 28 de noviembre del 2010, los valores actuales son desproporcionados para los salarios en general de la ciudadanía. Por ejemplo una libra de arroz cuesta 7 pesos, la libra de frijoles negros 30 pesos, 40 pesos la pasta dental, una lata de aceite vegetal de 2.5 libras, 75 pesos, entre otros costos elevados. ¿Y de donde sacaran el dinero si son ahora desempleados?

El propio Fidel Castro alertó en una mesa redonda la conveniencia de explicar bien las nuevas reformas. “El pueblo no sabe muchas cosas, es culpa nuestra. Nosotros hemos hecho los lineamientos, ahora tenemos que completar eso, explicar bien”, dijo.

Por supuesto que estas reformas son como aquello de la “tapa al pomo”, porque se suman a otras restricciones como la libertad de expresión, movilidad social, violación de derechos humanos, discriminación racial, aplicación de un terrorismo de estado contra indefensos ciudadanos, un desequilibrado sistema jurídico y una carta magna manipulada para justificar la presencia de una elite que ocupa el poder, entre otros desmanes.

Lo más peligroso que deben advertir los analistas castristas es que estas revueltas ocurridas no son convocadas por líderes conocidos de la oposición, sino son como una hidra de miles de cabezas que representan el descontento de la gran mayoría de los ciudadanos, quienes como masa son los principales intérpretes de las protestas.

No son revoluciones inducidas bajo un programa político, ni ideológico, su plataforma radica en la ingente necesidad de un cambio y esas transformaciones la impulsan jóvenes conocedores de las nuevas tecnologías informativas, quienes transmiten sus mensajes por móviles y redes sociales en fracciones de segundos.

La bloguera cubana Claudia Cadelo, en una entrevista con lectores del periódico digital “Diario de Cuba” ofreció sus criterios sobre estos vientos que agitan a las reprimidas sociedades norafricanas y su obligada comparación con la situación en la isla.

“No sé si habrá protestas masivas. Me declaro incapaz de responder a esa pregunta. Lo que sí puedo decir es que mientras no las haya, yo pondré mi granito de arena para romper el monopolio estatal sobre la información. Cuba es el país con menos conectividad en el hemisferio occidental. Este dato me parece fundamental a la hora de comparar la situación cubana con países como Irán, Túnez y Egipto. El gobierno cubano controla todos los medios masivos de difusión de información y nosotros nos las agenciamos con antenas de televisión ilegales y conexiones caras y alternativas, y esto último sobre todo en La Habana. En provincia, el siglo XXI aún no da los primeros pasos. Bajo estas condiciones me parece ilusorio tratar de convocar masivamente a nada. La chispa está en nosotros, un día se prenderá”, afirmó la autora del blog “Octavo cerco”

Y a pesar de lo que dice Cadelo la chispa subyace inquieta, casi invisible, pero latente en medio de todos estos pesares que afronta el pueblo de Cuba. Mucha razón tienen las siguientes palabras sobre el proceso egipcio que bien pueden tomarse para la isla.

“Sería un error imaginar que el movimiento popular revolucionario en Egipto obedece teóricamente a una reacción contra las violaciones a sus derechos más elementales. Los pueblos no desafían la represión y la muerte ni permanecen noches enteras protestando con energía por cuestiones simplemente formales. Lo hacen cuando sus derechos legales y materiales son sacrificados sin piedad a las exigencias insaciables de políticos corruptos”.

¿Saben que dijo esto? El mismísimo Fidel Castro en una de sus últimas reflexiones.

¿Los derechos legales y materiales de los cubanos no son sacrificados sin piedad desde hace mucho por una elite corrupta que solo le interesa mantener el poder absoluto para mantener sus privilegios? La respuesta a esa pregunta significará el reconocimiento por parte de la mayoría del pueblo cubano a la necesidad de cambiar por completo el actual sistema gubernamental represivo y abusador.

Por ahora la canción moda de los preocupados dictadores es: Argelia no es Egipto; Libia no es Egipto. El canciller argelino Mourad Medelci aseguró en España que las revueltas no se aplican a su país.

“Argelia no es Egipto, ni Túnez”, pero reconoció “estar inquieto por lo que pasa a las puertas de Argelia. Hay inestabilidad, hemos visto esa movilización de las fuerzas vivas gracias a Internet, que puede adquirir grandes proporciones”, dijo.

Vale decir que desde hace 19 años los argelinos viven en un estado de emergencia donde están prohibidas las manifestaciones. Por el lado de Libia, en medio de informaciones confusas sobre el paradero de Muammar Ghadafi, quien gobierna desde hace 41 años sin parlamento, ni constitución, su hijo Saif Al-Islam amenazó a los manifestantes y al mundo en una intervención televisiva.

"Tenemos dos opciones: o actuamos todos unidos para aprovechar esta oportunidad e introducir reformas, o nos hundimos en el caos.. Libia no es como Egipto o Túnez, que cayeron porque tuvieron que hacerlo. Ghadafi se va a quedar y el Ejército está con él "Muamar Gadafi está en Tripoli y dirige la batalla. Y todos estamos con él y vamos a defender la unidad de Libia hasta el final", terminó su alocución.

Como se puede apreciar el lenguaje catastrófico es igual en todas las dictaduras y la “caída del precipicio” castrista es muy similar al “hundimiento del caos” libio, asimismo la unidad con Ghadafi es un calco de la misma con el comandante en jefe y Raúl que enarbolan los alabarderos del régimen.

“La historia no está escrita. La gente, el pueblo, la ciudadanía puede y debe intervenir en política. Y si vive bajo una tiranía está probado de nuevo, ahora recientemente y gracias a los tunecinos y a los egipcios, que tiene la oportunidad de derribarla. Es un mensaje deprimente para los dictadores y para los países sin libertades, del color que sea, que desborda el mundo árabe e islámico: China y Cuba, por supuesto, Arabia Saudita y Bielorrusia”, analizó el director adjunto del periódico español “El País”, Liuis Bassets.

La transición en Cuba llegará cuando nadie se imagine, como sucedió en todos los países de Europa del Este que cayeron uno por uno, sin olvidar la propia Unión Soviética, la dictadura terminará de la misma manera que en Egipto y Túnez, será sacudida igual que en Libia y eso es debido al virus indetenible llamado “elimidicta,” que le abre los ojos a la inmensa mayoría, quienes piden desde ese momento aires de libertad absoluta.

Por Gilberto Dihigo 

Tomado de: Martí Noticias


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