¿Y yo qué voy a saber de economía? Solo llevo 4 años... |
Por más que lo intento, estudiante modorro de marxismo que fui alguna vez, no puedo ilusionarme para nada con unas reformas económicas que llaman por otro mote, y que se inician con la receta calcada por los jefes comunistas de las terapias de choque del capitalismo salvaje, para despedir medio millón de trabajadores en seis meses y otros tantos que vendrán para el próximo año.
Me temo que regresan los tiempos del aborrecible Manual de Economía Política de Nikitin, que tanto me hizo sufrir -junto con El Capital-, en mi época de estudiante (supongo venga de ahí mi cojera económica).
El general Raúl Castro, en una reciente reunión del Consejo de Ministros para analizar el plan económico y presupuestario para el año 2011, dijo que la primera asignatura para los dirigentes políticos (se sabe que el pueblo no cuenta en esta historia) es la economía. “Hay que meterse de lleno en su estudio, desenvolvimiento y control”, advirtió el jefe a los jefecillos.
Mucha falta que les hace a los mandamases, entre otras muchas cosas -honradez, por ejemplo, a juzgar por tantos escándalos de corrupción como hay-, aprender economía. Lástima que el aprendizaje sea tan tardío y otra vez a la manera del dichoso Nikitin. Porque a juzgar por los Lineamientos de la Política Económica y Social para el VI Congreso del Partido Comunista, y por más que le pese a los cubanólogos optimistas, la economía cubana seguirá patinando en los lodos de la planificación socialista y los planes quinquenales.
La economía de que hablan los tales lineamientos es una mala caricatura, eso, por no decir una mala palabra. ¿Qué carrera es esa hacia el socialismo de mercado, que ni siquiera se atreven a llamar así, si el disparo de arrancada son las terapias de choque y la meta un paisaje de timbiriches, cuarteles de la policía política, maquiladoras y campos de golf? ¿Cómo definir el maratón en que los gerentes malandros y los hijitos de sus papás salen con todas las ventajas posibles mientras, que los dueños de las vendutas por venir arrancan con un pie amarrado a la espalda y más regulaciones e impuestos que beneficios por haber?
Según el general-presidente, las ideas de Fidel Castro son “el fundamento de todo lo que se hace hoy en Cuba en materia económica”. Esa circunstancia para nada garantiza que vaya a resultar algo positivo de “la actualización del modelo socialista”, como se empeñan en llamar a los remiendos. A juzgar por sus resultados de siempre, el Comandante no debe saber de economía, lo que se dice economía, mucho más que yo. Es decir, casi nada.
En los debates sobre los lineamientos para el VI Congreso del Partido Comunista llaman a “entrarle a la economía a camisa quitada”. ¿Será para contarnos las costillas? ¿O para facilitar los azotes a los nuevos capataces del socialismo de timbiriche?
Por: Luis Cino (PD)
Tomado de: Cubanet
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