Treinta y cinco años después de la muerte del dictador, alguien tan poco sospechoso como un ministro de Zapatero ha entendido y justificado las razones profundas del destierro y exilio que sufren los críticos con un régimen totalitario.
Moratinos considera que los opuestos al régimen, que llevan sufriendo la tortura de las cárceles castristas como presos políticos y de conciencia, son ciudadanos libres cuando son expulsados al destierro o al exilio. ¿Qué entiende Moratinos por libertad? ¿Pueden entrar y salir de Cuba cuando quieran? ¿Pueden quedarse en Cuba, expresarse libremente y reunirse con quien quieran, cuando quieran y donde les plazca? Obviamente no, pero Moratinos considera el exilio como un avance en libertades y apertura democrática. Le parece encomiable el hecho de que de la cárcel te expulsen de tu país, con el Atlántico por medio, a miles de kilómetros. Y, por eso, la UE tiene que modificar su “posición única” respecto a Cuba, ya que el régimen progresa adecuadamente en materia de libertades y apertura. O sea, que los miles de ciudadanos españoles que padecieron el exilio y el destierro durante el régimen franquista, también muchos con el Atlántico de por medio pero en dirección contraria, eran unos tipos libres que demostraban fehacientemente el avance democrático y de apertura del régimen franquista. ¿O es que hay que hacer diferencias en materia de libertades entre los regímenes dictatoriales? El destierro y el exilio constituyen algunas de las penas más injustas que se pueden sufrir, porque a la violación de derechos que supone la injusta condena a la lejanía se le añade la pena de desconocer el tiempo del padecimiento.
Los españoles somos un pueblo de generosa acogida a los exiliados, pero tenemos un Gobierno cómplice y complaciente con la tiranía castrista. Viva Cuba libre.
Román Cendoya
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