Uno de los fallecidos en el hospital psiquiátrico Mazorra. |
Los enfermos murieron de frío e inanición en un hospital que la revolución había convertido en emblema
Un tribunal de La Habana juzga desde esta mañana a los presuntos responsables de las graves negligencias que hace un año costaron la vida, por frío e inanición, a 26 pacientes del hospital psiquiátrico de la capital. El juicio es clave para el Gobierno de la isla.
La tragedia ocasionó un grave escándalo. La gente se enteró primero en la calle; llegó un momento en que toda La Habana hablaba de ello. Cuando ya los rumores se extendían más allá de la ciudad, el Ministerio de Salud Pública difundió una nota que, en lo esencial, confirmaba lo que se sabía. El comunicado anunciaba una investigación interna y luego un juicio contra los culpables de las “deficiencias relacionadas con la no adopción oportuna de medidas” que habrían evitado las muertes.
El centro médico, antes llamado Hospital Mazorra, fue convertido al inicio de la revolución en todo un emblema de la nueva política sanitaria. Lo que con el dictador Fulgencio Batista había llegado a parecerse al “infierno de Dante”, se dijo, pasaría a partir de entonces a constituir un ejemplo de dignidad en el trato a los pacientes mentales.
La transformación se llevó a cabo, pero duró lo que duró. Para el año 2010, el hospital estaba hecho un desastre. Los detalles que familiares de los fallecidos y otros testigos revelaron en torno al deterioro del centro, a los constantes robos de materiales en su interior y, sobre todo, a la deficiente cuando no cruel atención dispensada a los enfermos multiplicaron la indignación popular.
Todo ello hizo del caso un asunto crucial para el Ejecutivo de Raúl Castro. De ahí que el juicio se anunciara ayer en la portada el diario Granma, si bien la escueta información no precisaba quiénes eran los imputados ni qué cargos se les imputaba. “Una vez concluido el proceso judicial se harán públicos sus resultados”, se indicaba al final.
Fuentes no oficiales conocedoras del proceso indicaron que en el banquillo se sientan más de una docena de empleados del hospital, incluidos al menos dos miembros de la dirección. Los cargos más relevantes son, según estas fuentes, los relacionados con las negligencias u omisiones de atención y los robos o desvíos de recursos.
El portavoz de la ilegal aunque tolerada Comisión por los Derechos Humanos y la Reconciliación de Cuba, Elizardo Sánchez, consideró en declaraciones a La Vanguardia que el tribunal “no ha llevado a juicio a los máximos responsables de este hecho cruel, pues ahí deberían estar también el ministro de Salud Pública y algún otro alto cargo del Gobierno”. Sánchez añadió que aquello no habría ocurrido si las autoridades sanitarias hubieran aceptado en su día la cooperación de la Cruz Roja Internacional, que siempre supervisa con especial cuidado el funcionamiento de los psiquiátricos.
El castigo ejemplar a los culpables parece garantizado. Las penas que se piden superan en algunos casos los diez años de cárcel. La alarma social es grande. Y la Sanidad es una de las insignias de la revolución cubana.
Parte de los imputados estaban en prisión provisional desde su detención en enero del 2010, entre ellos los jefes de cocina y almacén del hospital; otros estaban en libertad con cargos.
El juicio puede durar cuatro días, según estimaciones de los abogados. La sentencia no tardará en conocerse.
FERNANDO GARCÍA
Tomado de: La Vanguardia
que arrecho asi quieren tener a los enfermos venezolanos
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